VIURE SENSE PAPERS: el petit relat d'algú que se n'ha sortit. Ens cal un canvi de mirada!
L'equip de CARITAS de la parròquia de Sant Josep de Badalona està fent molt bona feina. I fruit d'aquesta tasca, podem llegir el testimoni d'en Yassine Ayoub que recentment ha quedat recollit al butlletí nº 61 "BONA NOTÍCIA" de la Comunitat Pastoral de Badalona Centre.
Yassine Ayoub ens demana que mirem les persones que viuen al carrer amb uns altres ulls. Pareu atenció a la seva vivència.
Hi ha diversos llibres i pel·lícules on descobrir històries llastimoses de persones que deixen casa seva per a encarar un futur millor, amb l'esperança de poder ajudar els seus. Al final del text que segueix us n'apunto uns quants.
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Estuve un año y medio durmiendo en la calle en España. Y aunque fue un tiempo durísimo, me enseñó mucho sobre la vida, sobre las personas... y sobre mí mismo.
No quiero que me tengan lástima. Quiero que escuchen esta historia para valorar lo que tienen y para que, si un día conocen a alguien que está en la calle, no lo miren como basura sino como una persona con nombre, alma y corazón.
CUANDO LLEGAS Y NO ERES NADIE
Cuando llegué a Catalunya, venía con ilusión.
Pensaba que iba a trabajar y a enviar dinero a mi familia, y que podría empezar una nueva vida.
Pero lo primero que encontré fue una calle fría y vacía.
Sin casa, sin papeles, sin nadie.
Lo único que tenía era mi mochila, mis zapatos... y silencio.
El primer día dormí en un banco. Me tapé con una chaqueta.
No dormí, solo cerré los ojos. Con miedo.
EL RITMO DE LA CALLE
La calle tiene su propio reloj.
Te despiertas muy temprano, no porque quieras sino porque hace frío, o porque alguien te echa de donde estás.
Comes cuando puedes. No hay desayuno, comida y cena.
A veces no hay nada. Hay días que pasas 24 horas sin probar un bocadillo.
Te tomas agua, solo para engañar al estómago.
Caminas todo el día. No por hacer ejercicio, sino porque si te paras, piensas.
Y pensar cuando tienes hambre, miedo y soledad, es como torturarte.
LOS LUGARES SEGUROS
En la calle hay códigos no escritos.
Hay portales de donde no te echan. Playas donde puedes dormir tranquilo, si el mar no está bravo.
Hay bancos donde te escondes detrás de los arbustos, y nadie te ve.
También hay estaciones donde algunos guardias se hacen los ciegos, y te dejan estar un rato.
Y hay duchas públicas en la playa... Ahí me duchaba casi cada día. Aunque lloviera. Aunque me temblara el cuerpo. El agua salía helada. Yo me quitaba la ropa, me lavaba rápido, y me volvía a vestir mojado.
¿Por qué? Porque quería mantenerme limpio. Porque la calle me quitó casi todo, pero yo no iba a dejar que me quitara mi dignidad.
EL MIEDO INVISIBLE
En la calle uno vive con miedo cada día. No solo miedo a la policía, que a veces te trata como si fueras basura...
También miedo a otros de la calle. Gente que ha perdido la cabeza. Que se droga, que roba, que pelea.
He visto a gente pelear por una manta vieja. He visto a uno golpear a otro por robarle un bocadillo.
A veces duermes con un ojo abierto. A veces abrazas tu mochila como si fuera un escudo. Porque si te duermes profundo... te despiertas sin nada.
LOS ENGAÑOS DE LA CALLE
La calle está llena de trampas.
Hay personas que te dicen: Tómate esto y te vas a sentir mejor. Y lo que te dan es droga.
Otros te ofrecen trabajo ... pero te usan. Te explotan. No te pagan.
Hay quienes abusan de los que no tienen papeles, porque saben que no puedes ir a la policía.
Vi mujeres que ofrecían su cuerpo por una noche de cama.
Vi jóvenes que robaban solo para poder comer.
La calle te pone a prueba. Te tienta. Te empuja al límite.
Pero dentro de mí, algo decía: Resiste, Yassine. No caigas.
EL DOLOR SILENCIOSO
En la calle también duele el alma.
Ver familias cenando juntas desde una ventana... y tú buscando algo que aún se pueda comer.
Escuchar risas... y tú llevar días sin hablar con nadie.
Pasar junto a una iglesia y no atreverte a entrar, porque hueles mal, estás sucio...
Todo eso duele. Y nadie lo ve.
HOY – MI VIDA NUEVA
Hoy, gracias a Dios, estoy bien.
Soy autónomo. Pinto casas, hago reformas.
Y lo más hermoso: cuando tengo trabajo, ayudo a otros.
Busco a personas que están como yo estuve: Sin papeles. Sin hogar.
Y les doy una oportunidad. Les enseño. Les pago bien.
Les hablo con respeto. Porque yo sé lo que es sentirse nadie.
Y yo no quiero que nadie más se sienta así.
MI MENSAJE PARA USTEDES, JÓVENES
Queridos,
Valoren lo que tienen.
Si tienen una cama donde dormir, comida caliente, una mamá que los abraza, una escuela...
Son muy afortunados.
No pierdan el tiempo.
Estudien.
Lean.
Sean buenos.
Ayuden.
Y si algún día la vida se les pone difícil, recuerden esta historia: Yassine durmió en la calle, comió de los contenedores, se duchó en la playa bajo la lluvia... y hoy está de pie, con dignidad.
Ustedes pueden llegar aún más lejos. Nunca se rindan.
Moltes gràcies a Càritas y a la Parroquia de Sant Josep de Badalona.
Yassine Ayoub
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